sábado, 2 de mayo de 2015

Tema 12 El proceso de transición a la democracia...

Tema 12. El proceso de transición a la democracia y la Constitución de 1978. Los gobiernos democráticos (1979-2000)

1. Introducción

Al morir Franco el 20 de noviembre de 1975, dejaba un régimen anacrónico y en profunda crisis. La sensación de inseguridad y de incertidumbre respecto al futuro político y al relevo en el poder eran grandes. La pretensión expresada por Carlos Arias Navarro de que el dictador lo dejaba todo "atado y bien atado" era solo una ilusión sin fundamento.
Juan Carlos I de Borbón , fue proclamado Rey de España el 22 de noviembre de 1975. Según lo establecido por la Ley Orgánica del Estado juró lealtad ante las Cortes a los Principios del Movimiento Nacional y a las leyes Fundamentales, pero en su discurso hizo un llamamiento a la concordia y dejó entrever su voluntad democrática. La oposición republicana recelaba de él, pero el rey pretendía alcanzar paulatinamente la democracia utilizando los cauces legales de la dictadura. Fue un importante motor del cambio. Con este acontecimiento se iniciaba el período conocido como "Transición Democrática"  (1975-1982)
Pero no hubiera podido realizarse la transición sin la movilización popular, que presionó para que se produjeran los cambios. El proceso coincidió con la crisis económica mundial del petróleo. La transición española se convirtió en modelo de referencia para otros países que querían salir de una dictadura.

2. Desarrollo.

Características generales de la Transición:
El proceso se realizó de forma pacífica con las siguientes características:
1. Se trató de un paso controlado desde el franquismo a la democracia. La palabra consenso, como acuerdo entre el franquismo y la oposición, es la protagonista de este proceso. Esta oposición, constituida por PSOE, PCE y nacionalistas vascos y catalanes, tuvo que renunciar al republicanismo, la revolución social y el independentismo a cambio de su legalización y participación.
2. Las nuevas generaciones, que no habían vivido la Guerra Civil (1936-1939), deseaban una renovación política lejos del franquismo y de la ruptura revanchista.
3. El Ejército acepta la democracia, salvo un sector minoritario partidario de un golpe de estado.
4. La presencia de Adolfo Suárez y Torcuato Fernández Miranda, este último profesor y consejero del Rey y cuya opinión era que la transición debía hacerse "de la ley a la ley, es decir por la vía legal.
5. Existencia de un contexto internacional favorable en el que los países occidentales presionaban a España para que se implantara un sistema democrático.
6. Juan Carlos I, al que la izquierda apodó "el Breve" porque esperando que su reinado durase poco tiempo, apostó por una monarquía democrática que llegaría mediante un programa de reformas desde arriba y desde la legalidad vigente (leyes franquistas).

Desarrollo:
La Transición se desarrolló en una serie de fases:
1. El Gobierno de Arias Navarro. (Noviembre 1975-junio 1976) 
El Rey confirmó a Carlos Arias Navarro como presidente del Gobierno lo que significaba el continuismo político. Arias fue incapaz de realizar la reforma política; sólo era partidario de reformas limitadas, como el asociacionismo político, lo que pareció demasiado al "búnker".
Entretanto, aumentó la agitación social con huelgas y manifestaciones que la policía franquista reprimió con brutalidad ya que no existían aún derechos de reunión y de asociación, como en Vitoria y en Montejurra (Navarra). La oposición democrática se unificó en marzo de 1976 en Coordinación Democrática, llamada Platajunta, que buscaba la ruptura democrática. En su programa pedía amnistía general para los presos políticos del franquismo, la legalización de todos los partidos políticos (lo más difícil era la legalización del PCE) y sindicatos, libertades (sindicales, de huelga, de reunión y manifestación, de prensa) derecho a la autonomía de las nacionalidades históricas y elecciones libres.
La falta de progresos políticos exasperaban al Rey como lo demuestran sus declaraciones a la revista "Newsweek" en la que afirmaba que Arias era un desastre y su viaje a los EE UU, donde afirmó que en España se instauraría una democracia plena.
El día 30 de junio de 1976, Arias Navarro se vio obligado a dimitir, en buena parte forzado por el monarca, que se mostraba dispuesto a alentar una democratización política, para estabilizar a la propia Monarquía.

2. Los gobiernos de Adolfo Suárez. (1976-1981)
Sustituyó a Arias Navarro un político joven, Secretario General del Movimiento, alineado con los sectores reformistas y conectó con los intereses de la Monarquía. Se rodeó de políticos de su misma generación e inició un nuevo estilo de hacer política: estableció contactos con la oposición democrática y tomó algunas decisiones importantes (tímida amnistía) y propuso un audaz proyecto de Ley para la Reforma Política, obra de Fernández Miranda, aprobado por las propias cortes franquistas en Noviembre de 1976  y en referéndum el 15 de diciembre de 1976, con un 94% de los votos; la oposición recomendó la abstención ya que rechazaba la ley por insuficiente y porque aseguraba la monarquía, aunque su tesis de ruptura no contaba con respaldo mayoritario de los españoles, inclinados hacia la reforma. Se convocaron elecciones para un parlamento constituyente el 15 de junio de 1977.
Esta Ley es un texto corto, que asumía el lenguaje de la oposición al proclamar la democracia como organización política propia del Estado español y reclamar la soberanía popular. Preveía transformar las Cortes franquistas en un Congreso de los Diputados y un Senado elegidos por sufragio universal. 


LEY DEL GOBIERNO SUÁREZ PARA LA REFORMA POLÍTICA
(4 enero 1977)
Art. 1.1. La democracia, en la organización política del Estado español, se basa en la supremacía de la Ley, expresión de la voluntad soberana del pueblo. Los derechos fundamentales de la persona son inviolables y vinculan a todos los órganos del Estado.
2. La potestad de elaborar y aprobar las leyes reside en las Cortes. El Rey sanciona y promulga las leyes.
Art. 2.1. Las Cortes se componen del Congreso de Diputados y del Senado.
2. Los diputados del Congreso serán elegidos por sufragio universal, directo y secreto de los españoles mayores de edad.
3. Los senadores serán elegidos en representación de las entidades territoriales. El rey podrá designar para cada legislatura senadores en número no superior a la quinta parte de los elegidos.
5. El Congreso y el Senado establecerán sus propios Reglamentos y elegirán sus respectivos presidentes. (...)
Art. 3.2. Cualquier reforma constitucional requerirá la aprobación por la mayoría absoluta de los miembros del Congreso y del Senado. (...).
3. El Rey, antes de sancionar una Ley de Reforma Constitucional, deberá someter el proyecto a referéndum de la nación.
Art. 5. El rey podrá someter directamente al pueblo una opción política de interés nacional, sea o no de carácter constitucional, para que decida mediante referéndum, cuyos resultados se impondrán a todos los órganos del Estado. (...)

Para ver el comentario sobre esta importante Ley, pinchar en REFORMA POLÍTICA

Desde principios de 1977 hubo una progresiva legalización de partidos políticos y sindicatos, se avanzó en el ejercicio de las libertades y se procedió a desmantelar las organizaciones franquistas. Una oleada de violencia protagonizada por los ultras sacudió el país, como los asesinatos de la Calle Atocha  de los abogados laboralistas vinculados al (PCE) en enero de 1977, así como acciones terroristas de ETA y los GRAPO. La legitimación del proceso pasaba por la legalización de todas las fuerzas políticas y el problema era la del PCE, rechazada por el "Búnker" y los militares. Fue legalizado el 9 de abril de 1977.
En ese mismo mes se convocaron las elecciones del mes de junio. Para comparecer en ellas, Suárez constituyó la UCD (Unión de Centro Democrático) que reunía varias tendencias procedentes de los sectores reformistas del franquismo, democristianos, liberales y socialdemócratas. La derecha fundó Alianza Popular (AP)  presidida por Fraga Iribarne. El PSOE se definió como la opción del socialismo democrático liderado por el sector sevillano elegido en el Congreso de Suresnes, Felipe González y Alfonso Guerra. El PCE se mantuvo como el ejemplo de la lucha antifranquista, con sus dirigentes históricos, Santiago Carrillo y Dolores Ibárruri. También aparecieron los partidos nacionalistas, el PNV en el País Vasco y CIU en Cataluña.
Estas primeras elecciones a cortes constituyentes fueron ganadas por la UCD, seguida del PSOE y los nacionalistas en sus respectivos territorios.
El pueblo español había optado por la moderación, rechazando tanto a la extrema derecha franquista como a la extrema izquierda revolucionaria.


Durante el segundo gobierno, Suárez se enfrentó a tres tareas principales:
1. La crisis económica
2. La Constitución de 1978
3. Construir el Estado de las Autonomías.
La crisis económica comenzó en 1973, la llamada crisis del petróleo( Guerra árabe- israelí) y que tuvo una segunda fase en 1979.( Revolución Iraní  y Irán-Guerra de Irak). Para paliar esta crisis se firmaron los Pactos de la Moncloa, fruto del consenso entre el Gobierno, la oposición , sindicatos y empresarios.Sirvieron para reducir las tasas de inflación y de paro, acordar la moderación salarial a cambio de una reforma fiscal que permitiera repartir el coste de la crisis.

La Constitución de 1978.
La Constitución democrática de 1978 fue resultado del consenso entre casi todos los partidos; para lograrlo el texto es extenso, detallado y algo ambiguo. Una ponencia formada por siete miembros (llamados "padres de la Constitución" fueron Miguel Herrero de Miñón, José Pedro Pérez Llorca y Gabriel Cisneros, por UCD; Manuel Fraga por AP; Miquel Roca por CDC; Gregorio Peces Barba, por el PSOE y Jordi Solé Tura por el PCE-PSUC) redactó un anteproyecto, que fue debatido en las Cortes. La Constitución fue aprobada en referéndum el 6 de diciembre de 1978 con un 88% de votos a favor, y promulgada el 29 de diciembre. En el País Vasco hubo alto índice de abstención y los votos negativos supusieron el 23%. También fue rechazada por la extrema derecha.

La Constitución define a España como un "Estado social y democrático de Derecho", recoge no sólo la tradición liberal sino también la republicana de la constitución de 1931, que incluía los derechos individuales y los sociales.
Reconoce la soberanía popular.
La forma de Estado es la monarquía parlamentaria. El monarca es el jefe del Estado, pero su poder está muy limitado: reina, pero no gobierna.
Establece la división de poderes, el legislativo,con Cortes bicamerales- Senado y Congreso-, cuyos miembros son elegidos por sufragio universal (ciudadanos mayores de 18 años). El ejecutivo ejercido por el Gobierno (Presidente y Ministros). Y el judicial con los jueces y magistrados. Existen dos órganos superiores: el Tribunal Supremo y el Tribunal Constitucional.
España se define como una unidad nacional, pero se reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones que la integran, con amplias competencias y gobiernos propios -un nuevo modelo de Estado no centralista, en una situación intermedia entre la descentralización administrativa y el federalismo-.El castellano es la lengua oficial pero son lenguas cooficiales las regionales en su ámbito territorial.
El Estado es no confesional, pero establece relaciones de cooperación con la Iglesia católica. Reconoce amplios derechos y libertades (a la vida -con la abolición de la pena de muerte-, a la libertad ideológica, de expresión, de reunión, de manifestación, de sindicación, a la huelga, entre otros). Incluye numerosos derechos de carácter social y económico (a la integridad, al pleno empleo, a la educación, a la Seguridad Social, a la propiedad privada, a la protección del medio ambiente, del consumidor, de la tercera edad, etc.

3. Consolidación democrática y crisis de la UCD (1979- 1982):

Aprobada la Constitución, Suárez convocó nuevas elecciones para marzo de 1979, que volvió a ganar UCD, en minoría. En este periodo se desarrolló el Estado de las Autonomías. El Titulo VIII de la Constitución establecía la posibilidad de que todas las regiones y no sólo las nacionalidades históricas se convirtieran en Comunidades Autónomas. En ellas habían de conformarse órganos legislativos (parlamentos autónomos) elegidos por sufragio universal y órganos ejecutivos (gobiernos autónomos). Se preveía la transferencia de competencias legislativas y ejecutivas a los poderes autonómicos (artículo 143 de la constitución). Se establecían dos grados de autonomía, puesto que los poderes autonómicos podían recibir competencias de diferente grado y a un ritmo distinto. El procedimiento más rápido y completo era el previsto en el artículo 151, al que podían acceder directamente las nacionalidades históricas (Cataluña, País Vasco y Galicia) e incluso otras si cumplían determinados requisitos y se ratificaba en referéndum. El resto se regirían por artículo 143 -con excepción de Navarra debido a su sistema foral-
Se aprobaron los Estatutos de Autonomía. Los primeros fueron el catalán y el vasco en 1979, aprobados en referéndum, luego Galicia y Andalucía, en 1980 y luego todos hasta 17 Comunidades Autónomas.
Andalucía tuvo que reivindicar su derecho a acceder a la autonomía por el artículo 151 de la Constitución, ya que en los momentos previos a la Guerra Civil había redactado el anteproyecto de Estatuto de Autonomía que no llegó a aprobarse por el asesinato de Blas Infante en los primeros momentos de la Guerra (Carretera de Utrera, 11 de agosto de 1936). Lo consiguió después de la muerte de Caparrós en Málaga.




Se celebraron también las primeras elecciones municipales democráticas (abril de 1979) con victoria de la izquierda, generalmente el PSOE o el PSOE-PCE, en las principales ciudades. El Estatuto de los Trabajadores (1980) y la Ley del Divorcio (1981) fueron aprobados. España entró en la OTAN, con la fuerte oposición de la izquierda; el PSOE se comprometió a convocar un referéndum sobre la permanencia en la OTAN del país cuando llegara al poder. El PSOE renunció a la ideología marxista tras un Congreso extraordinario del partido, y endureció su oposición; el PCE sufrió una crisis debido a que Carrillo no pudo controlar las disidencias. AP se reforzó con la incorporación de políticos de UCD.
La UCD entró en crisis. El PSOE presentó una moción de censura contra el gobierno en mayo de 1980 y Suárez empezó a recibir críticas de los barones de su propio partido, escindido en dos grupos: liberales y socialdemócratas en el centro- izquierda; democristianos y conservadores, en el ala derecha. Suárez cambió varias veces su gobierno. Abril Martorell, vicepresidente del Gobierno, dimitió (julio de 1980) y también Suárez en enero de 1981.
La amenaza al sistema democrático provenía fundamentalmente de la reacción militar. Una parte del Ejército era franquista y decididamente hostil al proceso democrático. En este sector la reivindicación del franquismo convivió con la alarma provocada por la legalización del Partido Comunista, por el desarrollo autonómico, por el terrorismo y por la anunciada reforma del propio Ejército. Estos factores precipitaron una acción subversiva en las filas del ejército que cristalizó en el golpe de Estado del 23 de Febrero de 1981. Otros sectores de la extrema derecha organizaron grupos de pistoleros como los guerrilleros de Cristo Rey, la Triple A o el Batallón Vasco Español.
La trama golpista, con conexiones civiles, que pretendía la destrucción de la democracia aguardaba el momento propicio. El 29 de enero de 1981 Suárez, como hemos indicado más arriba, dimitió, y los golpistas aprovecharon esta circunstancia. El 23 de febrero el teniente coronel de la Guardia Civil Antonio Tejero entraba en el Congreso de los diputados, interrumpía la investidura del nuevo candidato a presidente del Gobierno, Leopoldo Calvo Sotelo, anunciaba la llegada de una nueva autoridad militar y mantenía como rehenes a todos los diputados. El capitán general Milans del Bosch se sublevaba en Valencia y sacaba los tanques a la calle. Pero la decidida oposición de la Corona resultó decisiva para el fracaso de la intentona militar.
El fracaso del 23 de febrero representó el principio de la desaparición de la amenaza militar, aunque ésta aún tardaría algunos años en desvanecerse.
Calvo Sotelo no pudo detener la descomposición del partido que sufrió el abandono de personalidades hacia derecha (AP) e izquierda (PSOE). En las elecciones de octubre de 1982 ganó por mayoría absoluta el PSOE. Es el punto final de la etapa de transición democrática en España.

4. Gobiernos socialistas (1982-1996)
El resultado de las elecciones legislativas del 28 de octubre de 1982 otorgó una aplastante victoria al Partido Socialista Obrero Español, que consiguió la mayoría absoluta con diez millones de votantes.

La llegada del PSOE al poder es entendida por muchos historiadores como el fin de la Transición política española y el inicio de un período de estabilidad democrática.

Bajo la presidencia de su líder, Felipe González, los socialistas permanecieron en el poder hasta el año 1996, y en su mandato pueden distinguirse las siguientes etapas:
Gobiernos socialistas (1982-1996) - 1982-1986: "Por el cambio"






El PSOE había sido capaz de recoger las aspiraciones de cambio de una mayoría de la población y de configurarse como un partido moderno y con un líder indiscutible, Felipe González. Otro factor que contribuyó a su éxito fue la evolución, desde 1979, hacia u moderantismo socialdemócrata que se tradujo en el abandono de cualquier referente revolucionario y en la apuesta por la modernización de la sociedad y la reforma del Estado.
El mensaje del PSOE se dirigió a un amplio abanico social: desde la burguesía liberal hasta lo que históricamente había sido su base obrera, pasando, sobre todo, por las nuevas clases medias. Los partido que podían competir con él en el voto de centro o de izquierdas, UCD y PCE, estaban en crisis.
El cambio socialista se presentó como un proyecto de liquidación definitiva de la herencia del franquismo, aunque siempre por cauces moderados. Ello se concretó en un amplio programa de reformas, que tenía como prioridad la lucha contra la crisis económica, el avance hacia el Estado del Bienestar y la entrada en la Comunidad Económica Europea.
Para llevar a cabo el programa reformista, el PSOE huyó de la confrontación con los poderes procedentes del franquismo (Iglesia, ejército y grupos económicos) e impuso una política moderada y pragmática.
El programa de reformas del PSOE era muy amplio:
  • Reconversión de las industrias en crisis y potenciación de los nuevos sectores productivos, además de la creación de las Zonas de Urgente Reindustrialización (ZUR).
  • Reducción del paro y generalización de los subsidios a los trabajadores desempleados.
  • Reforma fiscal, para poder redistribuir la renta.
  • Amplia inversión en sanidad, pensiones y educación. Se introdujo la universalización de la sanidad pública, mientras que en el campo educativo se introdujeron una serie de proyectos de envergadura: la LRU o Ley de Reforma Universitaria, que reconocía la autonomía de las universidades, y la LOGSE o Ley Orgánica del Sistema Educativo, que cambiaba el sistema educativo y prolongaba la escolarización obligatoria hasta los 16 años; estos avances suponían la plena consolidación del Estado del Bienestar.
  • Mejora y ampliación de la red viaria, con la construcción de autovía s y el tren de alta velocidad (AVE)

  • Ingreso en la Comunidad Económica Europea (1 de enero de 1986) y celebración del referéndum para la permanencia en la OTAN.
  • Regulación de derechos y libertades novedosos como la ley del jurado y del aborto, y aprobación de la objeción de conciencia.
  • Finalización del proceso autonómico.
  • Reforma del ejército, que se concretó en la reducción de su plantilla, dotación de más medios técnicos y sometimiento al poder civil, con la que se ponía definitivamente fin a la autonomía militar.
Este programa sirvió para que Felipe González ganara varias elecciones. Pero en la última etapa socialista se produjo una huelga general (14 de diciembre de 1988), pues los sindicatos acusaron al gobierno de que los beneficios no estaban siendo repartidos equitativamente. Se iniciaba así el declive del PSOE en el que confluyeron varios aspectos:
En primer lugar, hay que citar el escándalo que se produjo al conocerse que la política antiterrorista del ministerio del interior había sido tolerante con las actividades de los GAL, grupo de pistoleros relacionados con sectores de la policía, que habían perpetrado más de una treintena de atentados contra presuntos miembros de ETA.

En segundo lugar, los escándalos de corrupción económica demostraron cómo determinadas personas se habían aprovechado ilegalmente de sus cargos para obtener beneficios personales: fue el caso de Juan Guerra, hermano del vicepresidente del gobierno, de Mariano Rubio, gobernador del Banco de España y, especialmente, de Luís Roldán, director de la Guardia Civil. A estos escándalos hay que añadir el de la financiación ilegal de los socialistas a través de una red de empresas-pantalla (caso Filesa).
Por último, desde 1992, año de la Olimpiada de Barcelona y de la Exposición Internacional de Sevilla, el crecimiento económico del país se había desacelerado y agravado las dificultades. Además, la pugna por ocupar el centro político provocó graves diferencias de criterio entre Felipe González y el vicepresidente Alfonso Guerra lo que provocó una grieta en la cohesión del núcleo dirigente del PSOE.
Por otra parte, la oposición conservadora se había fortalecido. Alianza Popular se transformó en el Partido Popular, con una importante renovación generacional y un nuevo líder, José María Aznar, que trataba de romper su identificación el franquismo y que se propuso ocupar un espacio centrista.

5. Los gobiernos del Partido Popular (1996-2000)

Las elecciones de 1996 daban la victoria al Partido Popular. Al no tener mayoría absoluta, Aznar se vio obligado a pactar con los nacionalistas vascos y catalanes, inaugurándose una política de diálogo y negociación: acuerdos con los sindicatos, reducción de las cifras de desempleados gracias a la recuperación económica, eliminación de los escándalos de corrupción, fin del servicio militar obligatorio, grandes avances en la lucha contra el terrorismo y transferencia de competencias a las Comunidades Autónomas. En economía se controló la inflación, se redujo el déficit público y se cumplieron las condiciones exigidas en el Tratado de Maastricht para poder entrar en la Unión económica y monetaria.

Todo esto hizo que el PP se presentara como un partido moderado y reformista, y que lograse la mayoría absoluta en las elecciones del año 2000, victoria que se vio facilitada por los graves problemas internos que sacudieron al PSOE tras la dimisión de Felipe González como Secretario General de su partido.

Presidentes de los gobiernos democráticos: Adolfo Suárez, Joaquín Calvo Sotelo, Felipe González y José María Aznar. Aparece también José Luis Rodriguez Zapatero que no pertenece al período estudiado, como el actual, Mariano Rajoy.

3. Conclusiones

1. El valor de la Transición española radica en haber conseguido una transformación de la Dictadura en una Democracia mediante un proceso pacífico.

2. Haber conseguido resolver el conflicto de los nacionalismos periféricos con un sistema alternativo a la polaridad entre el estado centralista y el estado federal.

3. Haber conseguido superar la división decimonónica de las “dos Españas”, construyendo una sociedad plural


COMENTARIO TEXTO DE LA CONSTITUCIÓN DE 1978.

LA CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA DE 1978
Artículo 1.0 1. España se constituye en un Estado social y democrático de derecho que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la , igualdad y el pluralismo político.
2. La soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado.
3. La forma política del Estado español es la monarquía parlamentaria.
Artículo 2.0 La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles, y reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones que la integran y la solidaridad entre todas ellas.
Artículo 6.0 Los partidos políticos expresan el pluralismo político, concurren a la formación y manifestación de la voluntad popular y son instrumento fundamental para la participación política. Su creación y el ejercicio de su actividad son libres dentro del respeto a la Constitución y a la ley. Su estructura interna y funcionamiento deberán ser democráticos.
2. Las normas relativas a los derechos fundamentales y a las libertades que la Constitución reconoce se interpretarán de conformidad con la Declaración Universal de Derechos Humanos y los tratados y acuerdos internacionales sobre las mismas materias ratificados por España.
Artículo 14." Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social.
Artículo 16.0 1. Se garantiza la libertad ideológica, religiosa y de culto de los individuos y las comunidades sin más limitación, en sus manifestaciones, que la necesaria para el mantenimiento del orden público protegido por la ley. ;
3. Ninguna confesión tendrá carácter estatal..
 Artículo 20.0 1. Se reconocen y protegen los derechos:
a) A expresar y difundir libremente los pensamientos, ideas y opiniones mediante la palabra, el escrito o cualquier otro medio de reproducción.
Artículo 23.0 1. Los ciudadanos tienen el derecho a participar en los asuntos públicos, directamente o por medio de representantes, libremente elegidos en elecciones periódicas por sufragio universal.
Artículo 143.° 1. En el ejercicio del derecho a la autonomía reconocido en el artículo 2.° de la Constitución, las provincias limítrofes con características históricas, culturales y económicas comunes, los territorios insulares y las provincias con entidad regional histórica podrán acceder a su autogobierno y constituirse en Comunidades Autónomas con arreglo a lo previsto en este Título y en los respectivos Estatutos. .

                 Nos encontramos ante un texto de naturaleza constitucional, aprobada en referéndum el 6 de diciembre y promulgada el 29 de diciembre de 1978,enmarcada en el período histórico de la Transición, que supuso para España el paso de la dictadura franquista a un régimen monárquico, democrático y parlamentario. Fue elaborada por  representantes de los diversos partidos políticos representados en las  Cortes Constituyentes formadas a tal efecto, está dirigida a la nación española y es por tanto de difusión pública.
                   

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