martes, 28 de febrero de 2017

Tema 7 Guerra colonial y crisis del 98

Tema 7.Guerra colonial y crisis del 98.
Introducción.
Para explicar convenientemente este tema hay que remontarse a los inicios del siglo XIX y exponer brevemente lo sucedido con el imperio español durante todo este espacio de tiempo.
El proceso de independencia de la América Continental española se inició con la Guerra de la Independencia que el pueblo español sostuvo con el invasor francés. El estado de Guerra en la Península favoreció los levantamientos independentistas al otro lado del Atlántico, ante la imposibilidad de la metrópoli para responder a ellos.
Los factores que influyeron en este proceso fueron:
1.     La independencia de los Estados Unidos.
2.     La Revolución Francesa y la expansión de las ideas de la Ilustración y la masonería entre los líderes criollos.
3.     La Guerra de la Independencia española y la crisis de lealtad. Solo permanecieron leales a la metrópoli Cuba y Puerto Rico.
4.     La Doctrina Monroe basada en el principio de “América para los americanos”, complementada con la doctrina racial del “Destino Manifiesto”, que defendía la superioridad de los americanos (Estados Unidos) en todos los ámbitos de la vida.
Varias circunstancias contribuyeron al malestar de las colonias, entre ellas:
1.     El fuerte control de los Borbones en todos los aspectos de la vida colonial.
2.     La centralización impuesta por la monarquía borbónica a través de la burocracia que limitó las libertades municipales.
3.     La exclusión de los criollos de los cargos públicos y su sustitución por españoles peninsulares.
4.     La continuidad del régimen de monopolio en el comercio con las colonias.
5.     La falta de recursos para sostener el imperio
El movimiento independentista, durante el reinado de Fernando VII y sobre todo después del Pronunciamiento de Riego que dio lugar al Trienio Liberal, fue liderado por Simón Bolívar y José San Martín y se dio por finalizado tras la batalla de Ayacucho en 1824.
Como resultado de este proceso, se crearon numerosas repúblicas independientes. El intento de crear un gran país en América del Sur, la Gran Colombia, fracasó debido a las luchas internas de poder entre la élite criolla y la influencia de los Estados Unidos.
Los intereses de la burguesía criolla dominante mantuvieron a los españoles en Cuba con el objetivo de que el ejército español contribuyera al mantenimiento de la economía de plantación basado en la existencia de esclavos.  El principio de igualdad de la Revolución Francesa lo deseaban entre los de su propia clase, pero no con los indios, negros, mestizos y mulatos.
Los Estados Unidos eran ya una potencia mundial y estaban construyendo su imperio, respaldados por una pujante economía que requería de nuevos mercados donde colocar los excedentes de producción y de capital, sobre todo después de la Guerra de Secesión (1861-1865) y la finalización de la “Conquista del Oeste”. Se lanzaron a la denominada “diplomacia del dólar” o compraban territorios o se lanzaban a la conquista. El área del Caribe fue uno de sus objetivos, para ello se inició la construcción del Canal de Panamá y chocaron frontalmente con los intereses de España.
Desarrollo.
Desde mediados del siglo XIX se había iniciado en Cuba una transformación económica que va a determinar el desarrollo de los acontecimientos. Casi la mitad de las exportaciones se dirigían a Estados Unidos, mientras que disminuían progresivamente las que se dirigían a España. A finales del siglo, el 90% del tabaco y el azúcar iban a EEUU de los que recibían tejidos de algodón.
Cuba era para España lo que para los británicos la India, la “joya de la corona” y para los burgueses catalanes más porque tenían posesiones en Cuba e ingenios azucareros.
Estados Unidos hizo cuatro intentos de comprar la isla a España, pero los partidos de la Restauración consideraban que de Cuba no se podía salir sin luchar.
La independencia de Cuba se llevó a cabo en 1898 tras una serie de guerras:
La Guerra Larga (1868-1878), que se inició en los comienzos de la Gloriosa Revolución en España. El Grito de Yara supone el inicio del conflicto que tuvo lugar en la hacienda “La Damajuana”, propiedad del criollo Carlos Manuel de Céspedes. Cánovas envía a Martínez Campos para pacificar la isla. La diferencia enorme de fuerzas y el desgaste en el campo insurrecto, hicieron posible que un importante sector del movimiento independentista aceptase las propuestas del general español. La paz sin independencia, pero con la promesa de dar un régimen de autonomía a la isla, se firmó en el Zanjón (febrero de 1878), pero no obtuvo el acuerdo de un sector de los rebeldes, sobre todo de Antonio Maceo, jefe de las fuerzas independentistas en la parte oriental de la isla, quién a pesar de ser mulato, había escalado a la más alta jerarquía del ejército libertador.
Para los soldados españoles fue una verdadera catástrofe, no tanto por las operaciones militares, como por las condiciones penosas en las que tuvieron que vivir, incluyendo la falta de adaptación al clima tropical y su indefensión ante las enfermedades tropicales (fiebre amarilla, tifus y malaria).
Guerra Chiquita. (1879-1880) Levantamiento armado que duró menos de un año, pero fue una clara indicación que la Paz de Zanjón no era el último capítulo. 
La Guerra Chiquita fue un movimiento armado que no llegó a alcanzar carácter nacional y en la práctica, constituyó la suma de varios alzamientos en determinadas zonas de Oriente y Las Villas, sin un plan único ni vínculos entre sí.
Elaborado por los independentistas un documento, se  acordó la constitución de un Comité Revolucionario de la Emigración Cubana para apoyar en lo posible a los combatientes que continuaban la lucha armada en Cuba.
Los emigrados a Nueva York y Cayo Hueso, donde eran más fuertes las colonias cubanas emigrantes, dieron de inmediato su contribución a la causa. Si bien esta no fue significativa, manifestaba claramente su espíritu intransigente que contrastaba con el desaliento y confusión imperantes entre los cubanos radicados en Jamaica. Lógicamente, estos últimos fueron factores determinantes en el fracaso de las gestiones de Antonio Maceo en Kingston, a diferencia de los resultados obtenidos al llegar a Nueva York, donde si encontró un ofrecimiento efectivo. Sin embargo, ya era tarde: el 17 de junio de 1878, Maceo informaba a los emigrados cubanos en Nueva York sobre  el final de la Guerra en Cuba por tanto, cesaban sus trabajos para salvar la Guerra Grande, y regresaba nuevamente a Jamaica.
Los factores adversos condujeron a la deposición de las armas en los diferentes territorios alzados. Fue significativo el Pacto de Confluente, firmado el 29 de mayo de 1880, mediante el cual capitularon la mayor parte de los generales depusieron  las armas, con lo que finalizó la Guerra Chiquita.
 Las experiencias de los preparativos y el desarrollo de la conspiración, los alzamientos y la Guerra Chiquita, constituyeron una importante enseñanza para todo el proceso de organización de la “guerra necesaria” que sería preparada por José Martí y el Partido Revolucionario Cubano.
La Guerra larga y costosa, estimuló grandes transformaciones en Cuba. La relativa escasez de mano de obra negra, aceleró el denominado “blanqueo” de los ingenios mediante la vinculación creciente de soldados españoles, que al mismo tiempo defendían las factorías. A ellos se unían otros libres que para escapar del reclutamiento, habían decidido trabajar asalariados junto a los soldados. A ellos se unieron los esclavos fugados de las zonas en guerra y del contingente de chinos que llegaron después del acuerdo firmado con su país en 1877.
Estas circunstancias unidas a la introducción de tecnología, aumentó la productividad y la acumulación de capital, pasando a ser las mayores productoras a nivel mundial, sobre todo en la zona de Cienfuegos.
En Cuba existían dos partidos políticos: el Liberal Autonomista Cubano y la Unión Constitucional. En 1892 el Ministro de Ultramar, Antonio Maura, propone un régimen de autogobierno para Cuba y Filipinas que fue rechazado por la presión de los hacendados cubanos.
Ya hemos hablado del Partido Revolucionario Cubano, que fue fundado y dirigido por José Martí, poeta, abogado y periodista cubano exiliado en Estados Unidos. Fue organizado desde Nueva York mediante clubes y su objetivo era la independencia con respecto a España, pero también con respecto a Estados Unidos, oponiéndose creando una corriente de “antillanismo” que aglutinara a todas las islas del Caribe .Así mismo,  sus ideas estaban impregnadas de principios éticos de eliminación de las diferencias raciales y la defensa de la dignidad del hombre.
La Guerra Hispanocubana (1895-1898) o Guerra Necesaria.
Se inició con el Grito de Baire  y su táctica, al igual que en los anteriores conflictos coloniales, fue la guerrilla con amplio apoyo de la población rural.
Inicialmente, el Gobierno de Sagasta envió al General Martínez Campos a pacificar la isla, pero esta vez no consiguió su objetivo y fue sustituido por Valeriano Weyler, para hacer frente a Martí, Máximo Gómez y Antonio Maceo. Los dos primeros habían redactado el Manifiesto de Montecristi en la República Dominicana, documento en el que Martí exponía su teoría de que la guerra con España era “justa y necesaria”.
Weyler era partidario de la línea dura contra los guerrilleros a los que se enfrentó en una guerra total concentrando a la población rural colaboradora de la guerrilla, acotando el territorio mediante “trochas” o muros, verdaderos campos de concentración, con gran brutalidad, destruyendo los edificios que pudieran servir de refugio a los sublevados, prohibiendo la zafra (recogida de la cosecha de caña).
En EE. UU. Se inició una campaña de prensa contra Weyler al que llamaban “carnicero”, “tigre de Manigua”, dirigida por Williams R. Hearts, el inventor de la prensa amarilla, a pesar de haber sido los propios norteamericanos los que habían utilizado estos procedimientos en la Guerra de Secesión que enfrentó al norte industrializado (yanquis) contra el sur de economía de plantación con la presencia de esclavos (sureños).
El asesinato de Cánovas en 1897 complicó la situación favorable de la guerra para las tropas españolas. La política de Segismundo Moret de amnistía, sufragio universal, igualdad de derechos, etc., llegaba tarde.
La Guerra en Filipinas (1896-1898)
Coincidiendo con la revolución cubana, estalló también el conflicto en Filipinas . En este archipiélago la presencia española era más débil, se reducía a los enclaves de los misioneros, de las compañías mercantiles exportadoras de tabaco y de relaciones comerciales con China, junto a las guarniciones militares. La organización del movimiento independentista  se llevó a cabo en torno a una sociedad secreta, Katipunan, fundada con fines políticos y cívicos y cuyo líder era el intelectual filipino José Rizal que sería ejecutado por mandato del General Polavieja, encargado de sofocar la revuelta. Este conflicto terminó con el pacto de Biacnabató que impuso la intervención militar de Fernando Primo de Rivera en diciembre de 1897 y obligó al sustituto de Rizal, Emilio Aguinaldo, a exiliarse en Hong-Kong.
La Guerra Hispano norteamericana (1898)
En La Habana, se sucedían manifestaciones y enfrentamientos entre los sectores independentistas y españolistas. Por otra parte, muchos cubanos influyentes reclamaban insistentemente en Washington la intervención estadounidense. El gobierno de los Estados Unidos, viendo la posibilidad de que el ejército independentista en Cuba lograra derrocar finalmente al español, y con ello perder la posibilidad de controlar la isla, se decide a intervenir
Con la excusa de asegurar los intereses de los residentes estadounidenses en la isla, el gobierno estadounidense envió a La Habana el acorazado de segunda clase, Maine. El viaje era más bien una maniobra intimidatoria y de provocación hacia España, que se mantenía firme en el rechazo de la propuesta de compra realizada por los Estados Unidos sobre Cuba y Puerto Rico. El 25 de enero de 1898, el Maine hacía su entrada en La Habana sin haber avisado previamente de su llegada, lo que era contrario a las prácticas diplomáticas tanto de la época como actuales. En correspondencia a este hecho, el gobierno español envió al crucero Vizcaya al puerto de Nueva York.
Sin embargo, a las 21:40 del 15 de febrero de 1898, una explosión ilumina el puerto de La Habana. El Maine había saltado por los aires. De los 355 tripulantes, murieron 254 hombres y 2 oficiales. El resto de la oficialidad disfrutaba, a esas horas, de un baile dado en su honor por las autoridades españolas.
Sin esperar el resultado de una investigación, la prensa sensacionalista publicaba al día siguiente el titular:
 «El barco de guerra Maine partido por la mitad por un artefacto infernal secreto del enemigo».
Desde finales del siglo XVIII, la prensa comenzó denominarse el cuarto poder por su enorme capacidad de influencia, lo que se demostró en este conflicto que llegó a convertirse en una verdadera “Guerra de papel”. Los periódicos estadounidenses iniciaron una campaña antiespañola que enrareció aún más las ya tensas relaciones entre ambos países.
Esta campaña fue alentada por el magnate de la prensa William Randolph Hearts, considerado el creador de la prensa amarilla y que actuaba bajo el lema  “I make news” (Yo hago las noticias). Orson Wells retrató la figura de este personaje en su película “Ciudadano Kane” en 1941.
Estados Unidos hizo una nueva oferta de compra de Cuba, pero no fue atendida. El congreso de los EE. UU.  aprobaron un ultimátum contra España y el presidente Mckinley, muy presionado por la opinión pública, declaran oficialmente la guerra el 25 de abril de 1898, una guerra que duró cuatro meses y en la que murieron 11.000 soldados y , desde luego, se vendieron muchos períodicos.
La guerra se resolvió primero en el Pacífico, en Cavite, el 1 de Mayo de 1898, ciudad amurallada situada en la bahía de Manila. EE UU había situado en Hong Kong la escuadra de Asia unos meses antes, al mando del comodoro Dewey. En unas horas destruyeron los barcos españoles y bombardearon el arsenal de Cavite. El saldo fue de 161 muertos y 281 heridos, entre ellos algunos filipinos que combatían bajo bandera española y por parte estadounidense un muerto. Esta primera gran derrota ya tuvo muchas repercusiones en España, pero no tantas como la guerra en el Caribe, el definitivo hundimiento de la escuadra de Cervera en Santiago de Cuba el día 3 de Julio.
 Cervera, convencido de su inferioridad, decidió salir a primeras horas del día, el 3 de julio, navegando hacia el oeste y pegado a la costa para salvar el mayor número de vidas posibles. La decisión del almirante de partir para el combate con luz diurna se fundamentó en su preocupación por la seguridad de sus barcos. Esta decisión era, militarmente hablando, la peor de todas las posibles, pues probablemente una salida nocturna o en un día de mal tiempo hubiese evitado la destrucción total de la flota. Además, la estrechez del canal de salida del puerto obligó a los barcos a navegar uno tras otro.
Los datos más fiables sobre las víctimas reseñan un marinero estadounidense muerto y dos heridos leves frente a 371 muertos, 151 heridos y 1670 prisioneros españoles. El almirante Cervera fue hecho prisionero. 
Tras la guerra, Cervera tuvo que soportar la iniciación de un procedimiento contra él y sus oficiales supervivientes, el cual, tras el clamor popular y las voces que se pronunciaron a su favor desde el exterior, dio como resultado el sobreseimiento de la causa y la restitución del honor del almirante.
En el mes de agosto se firmó el protocolo de Washington, paso previo para el posterior Tratado de Paris, firmado en diciembre de 1898, por el cual España cedía Filipinas, Puerto Rico y la Isla de Guam a EE UU y concedía la independencia a Cuba.
En 1899 España vendió a Alemania los restos de su imperio insular: los archipiélagos de las Marianas, Carolinas y Palaos.
Hay una curiosa anécdota sobre los “Ultimos de Filipinas”, destacamento español que llegó a Baler y se atrincheró en la iglesia del pueblo en junio de 1898. Quedaron aislados al final de la guerra y aguantaron un asedio que duró 337 días, llegando por fin a Barcelona en Septiembre de 1899. Su historia ha sido contada en una canción “Yo te diré” y en una película dirigida por Antonio Román en 1945. 
3. Consecuencias del Desastre del 98
Demográficas. Se calcula que las guerras de 1895-1898 provocaron 120.000 muertos, la mitad de ellos soldados españoles. La mayoría de las muertes se produjeron por enfermedades infecciosas como la fiebre amarilla, la tuberculosis, la disentería, etc.
Sociales.  La mayoría de los muertos y los heridos procedían de las clases bajas, de aquellos sectores de la población que no habían podido pagar el dinero necesario (2000 pesetas) que excluía de las quintas (reclutamiento para el servicio militar obligatorio)
Económicas. Las repercusiones económicas no fueron importantes a corto plazo, salvo la fuerte subida de los precios de los alimentos en1898. A largo plazo, la derrota supuso la pérdida de los ingresos procedentes de las colonias., así como la pérdida de los mercados privilegiados que éstas suponían y de las mercancías que, como el azúcar, el cacao o el tabaco, deberían comprarse en los mercados internacionales a precios más altos. Por otra parte, se repatriaron los capitales de los indianos que regresaron a España.
Políticas. El desastre provocó el desgaste de los partidos del turno. Así, se produjo la pérdida de autoridad y el final de la carrera de los políticos que habían dirigido la primera etapa de la Restauración, apareciendo nuevos líderes como Silvela y Maura en el Partido Conservador, y  Canalejas en el Partido Liberal.
Militares. El desastre provocó un fuerte desprestigio del Ejército y cambió su papel en la sociedad española, asumiendo la defensa de la unidad de la patria, frente a los nacionalismos periféricos y del orden público, frente al movimiento obrero en expansión.
Psicológicas. En el plano de la psicología colectiva, se produjo una crisis de identidad al ser consciente de que se había perdido el imperio y no saber qué iba a suceder en el futuro.
Internacionales. (Respecto a la metrópoli) España deja de ser una potencia mundial, y se convierte en una potencia regional.
  Intelectuales. El desastre provocó el surgimiento de diversas corrientes críticas con el sistema de la Restauración y la situación lamentable del país.
1.      La actitud crítica de los intelectuales y escritores que convergen en torno  a la “generación del 98”, que reflexionan sobre el “tema de España”, su pasado y su futuro: Unamuno, Baroja,  Machado…
2.      La crítica realizada por los regionalistas, especialmente, por los catalanes, porque la burguesía catalana fue la más afectada por la pérdida de las colonias.
3.      El movimiento obrero que denunció la marginación del pueblo en la vida pública nacional y afianzó una postura beligerante en la movilización social.
4.      El regeneracionismo, que buscaba una solución a los males de España y proponía una regeneración del país. Entre los regeneracionistas destacaban Macías Picabea y Joaquín Costa, autor de Oligarquía y caciquismo como forma actual de gobierno en España. Eran partidarios de modernizar el país (plan hidrográfico) y solucionar los problemas de analfabetismo y miseria (“escuela y despensa”), llevar a cabo una reforma agraria y olvidar el pasado imperial. Para solucionar el problema de la corrupción del sistema político se llegó a proponer que hacía falta un “cirujano de hierro” que cortara por lo sano los males de la sociedad española.
5. Situación internacional

EE UU no se anexionó Cuba que estaba arruinada y devastada, pero la convirtió en su protectorado, ocupándola militarmente entre 1899 y 1902, año en el que Tomás Estrada se convertiría en el primer presidente de la República de Cuba, pero en 1901, la Enmienda Platt, autorizaba a intervenir en la isla al gobierno norteamericano siempre que fuese necesario (También en este documento se especificaba que EE UU debía tener bases militares en la zona. En diciembre de 1903, tomó posesión "hasta que lo necesitasen" de la bahía de Guantánamo). En realidad, siempre estuvo intervenida hasta que la Revolución Castrista la volcó hacia la Unión Soviética.



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