martes, 28 de febrero de 2017

Apuntes del tema 6. Guerra Colonial y crisis del 98


                                    

6. Guerra colonial y crisis de 1898

Consideraciones previas sobre la independencia de las colonias americanas.

LA INFLUENCIA DE LA ILUSTRACION, LA GUERRA DE INDEPENDENCIA DE ESTADOS
Las ideas de la Ilustración, la Guerra de Independencia de Estados Unidos y la Revolución Francesa ejercieron gran influencia en los territorios coloniales de España en América. Gracias a la Enciclopedia de Diderot, las ideas de la Ilustración fueron muy estudiadas entre los sectores educados deLatinoamérica, en especial, por miembros del clero y la burguesía criolla de Hispanoamérica. En estos sectores sociales, las ideas de libertad, igualdad, progreso y soberanía entre otras corrientes se difundieron rápidamente, así como las ideas de Rousseau, Bayle, Mostesquieu, Voltaire y Rainal. Sin embargo, la mayoría de la población no entró en contacto con estas corrientes de pensamiento debido a factores como el analfabetismo y la fuerte censura prevaleciente contra todo aquello que representara un peligro para el Estado colonial. No obstante, las medidas establecidas por España no impidieron la expansión de las nuevas tendencias filosóficas y políticas.
La Guerra de Independencia de los Estados Unidos es ejemplo de la gran influencia que tuvieron las ideas de la Ilustración en América. A su vez, también, tuvo un gran impacto en el pensamiento político latinoamericano, y sirvió de modelo para las colonias hispanoamericanas. Por ejemplo, laDeclaración de Independencia y la Constitución de Estados Unidos fueron los modelos para la Constitución de Venezuela, de 1811. Latinoamérica vio a Estados Unidos como la encarnación de la libertad y del republicanismo, ambos, postulados de la Ilustración.
La Revolución Francesa fue otro producto de la Ilustración. Sin embargo, por el contrario de la Guerra de Independencia de Estados Unidos, la Revolución Francesa tuvo un impacto negativo en las colonias hispanoamericanas. Su postulado de igualdad entre todos los hombres no era compatiblecon los intereses económicos de la clase criolla dominante. Estaban de acuerdo en la igualdad entre los miembros de su propia clase, pero no la igualdad del criollo con los indios, negros, mestizos y mulatos. Por esta razón, las ideas presentadas por la Revolución Francesa no fueron bien acogidas por los sectores dominantes de la sociedad colonial.
Sin embargo, la Revolución Francesa tuvo gran impacto en el Santo Domingo francés. El ambiente revolucionario y los cambios radicales que prevalecieron en Francia se hicieron patentes en la colonia, que se convirtió en escenario de una violenta revuelta de esclavos. Como la violencia se extendió desde Haití hasta las masas de esclavos de Venezuela, los criollos rechazaron con horror las doctrinas revolucionarias francesas, y prefirieron tomar otro modelo más cercano a sus intereses y a su territorio: el modelo norteamericano.
PRELUDIO A LA GUERRA DE INDEPENDENCIA: CAUSAS
La Ilustración sirvió de justificación ideológica para las guerras de independencia latinoamericanas, pero no fue exactamente la causa que la originó. Varias circunstancias inciden para provocar este acontecimiento:
  • El fuerte control de los Borbones en todos los aspectos de la vida de las colonias.
  • El desarrollo de la burocracia como signo de centralización de las funciones administrativas de la colonia, lo que originó la pérdida de las libertades municipales.
  • La exclusión de los criollos de los cargos públicos (con el fin de minimizar su poder).
  • Un desarrollo económico fundamentado en la dependencia.
  • Los altos impuestos.
  • La falta de recursos para mantener el imperio (España no tenía una adecuada fuerza militar y tampoco producía lo suficiente para satisfacer las demandas y necesidades económicas de sus colonias.).
Estas situaciones desencadenaron gran tensión y malestar entre los distintos sectores de las colonias hispanoamericanas. Sin embargo, los indios, los negros y los mulatos fueron los más afectados, pues resultaron oprimidos, además, por la clase criolla dominante.
EL CONFLICTO POLITICO ESPAÑOL Y LA CRISIS DE LEALTAD
La Invasión napoleónica a España se considera la causa precipitante de la guerra de independencia. La invasión francesa representó -para España- la pérdida de la unidad monárquica ya que los reyes Carlos IV y Fernando VII fueron obligados a abdicar la corona en favor de José Bonaparte. Con la ocupación francesa, el imperio español enfrentó una aguda crisis internacional e interna: las colonias americanas reafirmaron su lealtad al rey de España, Fernando VII, y -siguiendo el ejemplo de España- en Venezuela, Cuba, Puerto Rico, Chile y otros territorios coloniales, se establecieron juntas que juraron lealtad a la Junta de Sevilla. A pesar del apoyo inicial, en América, ya comenzaba a perfilarse una crisis de lealtad: ¿a quién serían leales? ¿al rey o a la Junta? Ante la ausencia del monarca, ¿tenía España poder sobre las colonias? ,la élite criolla de México determinó que, ante la ausencia del rey, España no tenía ningún derecho que ejercer sobre América.
La Guerra de Independencia de los pueblos hispanoamericanos fue cruenta, encarnizada, y puso de manifiesto las luchas internas de poder entre la élite criolla. La clase dominante se fraccionó en distintos grupos de poder: patriotas realistas, centralistas, federalistas, moderados, liberales y conservadores.
En el Caribe, Puerto Rico y Cuba  permanecieron leales a España. Sin embargo, en ambas islas, comenzó a perfilarse un movimiento a favor de la independencia  Ante la solidaridad manifiesta de Cuba y Puerto Rico a la guerra de independencia, España decidió reforzar el sistema represivo en las islas con el fin de evitar levantamientos revolucionarios, y logró retener las islas. Continuaron siendo colonias españolas hasta 1898, cuando pasaron a ser posesión de los Estados Unidos, durante la Guerra Hispanoamericana. El sentimiento separatista se había hecho sentir en la islas: Cuba, por su parte, siguió luchando su independencia , mientras el 23 des eptiembre de 1868, en Puerto Rico, se dio el Grito de Lares, un intento de los boricuas de liberarse de España. Mientras Cuba logró la independencia, a raíz del cambio a la soberanía norteamericana, Puerto Rico se enfrenta al siglo XX con un nuevo gobierno colonial, bajo la influencia de otra cultura y de otro idioma, sin dejar de ser parte de la región latinoamericana, en donde había nacido en el siglo XV.


La lucha por la independencia tuvo serias implicaciones en los recién independizados territorios: la independencia no aseguró el fin de las guerras civiles, y los conflictos regionales se agudizaron luego de la guerra. Las tensiones sociales y raciales prevalecientes durante la guerra polarizaron lassociedades de los nuevos países. El poder político de las naciones independizadas fue débil, y promovió el desarrollo del caudillismo. Aunque la guerra terminó con el monopolio español, las naciones latinoamericanas quedaron a merced de la influencia económica de Estados Unidos e Inglaterra, que dominaban el mercado atlántico. Esto representó un problema adicional, pues el fuerte desarrollo económico de los norteamericanos resultaba demasiado competitivo para los países recien independizados. Además, en ellos, prevalecía un clima de confusión, desorganización e inestabilidad. El Congreso de Panamá no contó con el apoyo de todos los países Latinoamericanos. Luego de la independencia, las naciones latinoamericanas atravesaron serias dificultades de tipo político y económico que más bien generaron la disgresión de los estados. Además, las potencias extranjeras -como Estados Unidos- veían con gran recelo la unidad latinoamericana, pues podía poner en peligro sus intereses sobre la región. Estas razones explican, en gran medida, por qué el Congreso de Panamá, de 1826, no logró su cometido, y el sueño bolivariano de la confederación de los nuevos estados americanos quedó inconcluso.

I. INTRODUCCIÓN. Política americana. La doctrina Monroe y el Destino Manifiesto.

Los EE.UU. eran ya una potencia mundial y estaban construyendo su Imperio. Estaba respaldado por una pujante economía que requería nuevos mercados donde colocar los excedentes de producción y capital. Después de la Guerra de Secesión (1861-65) y tras la II Revolución Industrial, cuando nacieron los grandes trusts (Rockefeller, Ford...). Son los años en los que se termina la Conquista del Oeste y en los que el concepto de "frontera" se instala en el corazón ideológico de los americanos.

Aquí tiene sentido la Doctrina Monroe: “América para los americanos” (1823), y la doctrina racial del Destino Manifiesto, que defendía la superioridad racial del sistema de vida, económico y político americano. Según esta doctrina, la Providencia Divina encarga a los americanos enseñar al mundo la verdadera libertad y democracia. Así se justifica la intervención americana en países extranjeros.

Cuando podían intentaban la “diplomacia del dólar” o compraban los territorios o se lanzaban a la conquista. En la guerra de México conquistan Nuevo México, Alta California y Texas. Sin embargo, el área de acción preferida fue el Pacífico y el Caribe, por eso emprenderán la construcción del Canal de Panamá y tropezarán con España en Cuba y Puerto Rico. También podríamos hablar de la doctrina del “navalismo”, del almirante norteamericano Alfred T. Mahan, que concebía el poderío naval como el único capaz de proporcionar a un Estado la supremacía mundial, que apareció en los años 90

II. EL DESASTRE COLONIAL. La guerra de Cuba y Filipinas

Desde mediados del siglo XIX se había iniciado en Cuba una profunda transformación económica que contribuye a explicar su independencia posterior. Casi la mitad de las exportaciones se dirigían a EE.UU., mientras que la proporción dirigida hacia España era muy inferior. A finales de siglo exportaban el 90% del tabaco y azúcar a Estados Unidos, de los que recibían tejidos de algodón. La exportación del azúcar cubano se fue haciendo cada vez más sofisticada, que permitió prescindir de la esclavitud, pero tenía la competencia de la remolacha. Cuba era muy importante para los industriales textiles catalanes, además de las empresarios con posesiones en la isla. EEUU hizo cuatro intentos de comprar la isla a España, pero los políticos de turno consideraban que de Cuba no se podía salir sin combatir.

Los primeros movimientos fueron durante la Gloriosa Revolución, cuando uno de los ricos hacendados cubanos, Manuel de Céspedes, inicia la guerra contra España por la independencia de Cuba, en su hacienda de La Demajagua, cerca de Yara, es el Grito de Yara que comienza la Guerra Larga. Cánovas envía a Martínez campos para pacificar la isla. La Paz de Zanjón (febrero de 1878) acordó dar un régimen de autonomía a la isla, pero las familias con intereses económicos en las Antillas impidieron su puesta en práctica. Así se pasó del autonomismo frustrado al separatismo. Es la Guerra Chiquita (1895-1898)
.El desfavorable sesgo de la correlación de fuerzas y el desgaste en el campo insurrecto, posibilitaron que un importante sector del movimiento independentista aceptase las propuestas del General español Arsenio Martínez Campos. La paz sin independencia firmada en el Zanjón (1878) no obtuvo el consenso de las fuerzas mambisas y en particular fue rechazada por el General Antonio Maceo, jefe de las fuerzas de la parte más oriental de la Isla, quien, no obstante su humilde origen (era mulato), había escalado la más alta jerarquía del Ejército Libertador a fuerza de valentía y capacidad combativa. 

Política de blanqueamiento de la población en Cuba

La Guerra, larga y costosa, estimuló grandes y sorprendentes transformaciones en Cuba. En primer término, la relativa escasez de mano de obra negra, originada en su necesario traslado y concentración en la zona central y occidental de la Isla –donde los insurgentes no habían logrado extender efectivamente la subversión- aceleró el llamado 'blanqueo' de los ingenios mediante la vinculación creciente de soldados españoles, quienes a la vez que defendían tales factorías, trabajaban parcialmente en ellas a sueldo. A estos se sumaron aquellos otros libres que, por escapar al reclutamiento, habían decidido trabajar mediante salario en unión a los anteriores, y a los que muy pronto hubo que sumar los esclavos fugados y manumitidos legalmente provenientes del Centro y Oriente de la Isla, como también los contingentes de 'chinos' llegados a Cuba luego del convenio suscrito en septiembre de 1877 con el gobierno chino para su internación. Este cambio de la estructura socio-laboral se complementó con un denso proceso de reequipamiento y renovación tecnológica de la industria de transformación de la caña llevado a cabo durante el conflicto, especialmente en la zona de Cienfuegos, lo que aumentó significativamente, no sólo la productividad, sino los rendimientos y acumulación de capital del alto patriciado azucarero cubano. Las zafras y producción azucarera correspondientes al período 1874 a 1876, cuando el ejército español tuvo su mayor actuación en el Centro y Occidente, alcanzaron las máximas cifras de producción. A partir de 1880, pasaron a ser las áreas de mayor rendimiento y productividad a nivel mundial; Cuba fue el primer productor en alcanzar el millón de toneladas por zafra anual.


Hay dos partidos en Cuba, el Liberal Autonomista, cubano y la Unión Constitucional, de hacendados cubanos. En 1892 Antonio Maura, ministro de Ultramar propone un autogobierno para Cuba y Filipinas. Es rechazado en Cortes por presiones cubanas y dimite (se le llamó antipatriota, energúmeno o filibustero). Después surge la figura de José Martí, poeta, abogado y periodista cubano, exiliado a Estados Unidos cuando fracasó la guerra Larga (Guerra de los Diez Años). Su tesis era que la guerra con España era “justa y necesaria”. Este funda el Partido Revolucionario Cubano en 1892 y encabezará la guerra a favor de la independencia, que se reemprenderá en 1895 (Grito de Baire). El fracaso del autonomismo provoca el independentismo: José Martí, Máximo Gómez y Antonio Maceo serán sus líderes

El Partido Revolucionario Cubano fue fundado y dirigido por José Martí, y con un programa para la Revolución, el Manifiesto de Montecristi.
Surge como una necesidad para ejercer la agitación patriótica, la organización interna de cubanos y puertorriqueños y la recaudación sistematizada, que hiciera posible el estallido de un nuevo alzamiento por la independencia de Cuba, e integrar expediciones "ilegales" con armas y hombres, pero tambiénpara programar ideológicamente la lucha armada y garantizar que esta tuviese origen en lo que hoy llamaríamos centralismo democrático. Para lograr un partido único que quiera la revolución.
La Junta Cubana de Nueva York (1880) según el Harper’s Weekly, cuando Martí llegó a esa ciudad. Pronto formaría el joven recién llegado en las primeras filas de los conspiradores cubanos
Fue organizado en el extranjero mediante clubes, en la isla los contactos serían más frecuentes. La estructura acordada en los Estatutos sería la siguiente: como base los clubes revolucionarios, en el centro los cuerpos del consejo, integrados en cada ciudad en que hubiese más de un club por los presidentes de estos.
Uno, eje de todo el proceso de las decisiones y los criterios oficiales. El otro, auxiliar del primero en la tarea de guardar el dinero y llevar la contabilidad de ingresos y gastos. El partido creado por encima de credos particulares, clases sociales, sexos y razas, quedaba integrado como un engranaje de frente único.
Por tanto, la paternidad del PRC corresponde por entero a José Martí y fue fruto de todos sus experiencias nacionales y extranjeras. Con él se quiso crear un movimiento insurreccional siguiendo las tradiciones continentales.
El partido debía existir legalmente y ser capaz de combinar la lucha legal con la ilegal.
Su propósito céntrico era alcanzar la independencia de Cuba en primer término, así como gestionar la de Puerto Rico. Estaba, pues, dirigido contra España. Debía prevenir y rechazar toda posibilidad de pervivencia en Cuba de un colonialismo disfrazado, el cual podía ser la proclamación de un gobierno autonómico o cualquier otra solución falsa, de contenido reformista.
Lucharía por una independencia absoluta. Esto imposibilitaría toda supeditación de la isla a Estados Unidos, bien fuese como Estado, protectorado o colonia.
Ante el peligro naciente del imperialismo norteamericano, Martí quiso oponer, además de la independencia de Cuba, un antillanismo cuyo éxito inicial debería ser la independencia de Puerto Rico, así como la comprensión por la América Latina de su necesidad de lograr "la segunda independencia". Cuatro meses antes de morir postuló un internacionalismo en cierne al identificar los conceptos de "patria" y "humanidad".
La defensa e incorporación del negro y el mulato, como la del indio y el mestizo, significaron para Martí deberes de una justicia básica y, además, elementos decisivos para la consolidación nacional de cada país americano.
La independencia que postuló el PRC estuvo saturada de principios éticos que se oponían a los repugnantes vicios e injusticia del colonialismo. De aquí la frase martiana "...yo quiero que la ley primera de nuestra república sea el culto de los cubanos a la dignidad plena del hombre".
El PRC fue propuesto en las Resoluciones de Tampa, aunque sin darle nombre, aceptado inicialmente por los independentistas de Cayo Hueso, acogiéndose a las Bases y los Estatutos redactados por José Martí, el proceso de organización finalizó cuando se hizo la elección del Delegado y el Tesorero, y la proclamación el 10 de abril de 1892.


Mapa de las exportaciones cubanas
Para EE.UU. la guerra de Cuba era incluso más importante que para España. Se estaba convirtiendo en una potencia mundial y no deseaban una Cuba autónoma. Su capacidad militar terrestre era inferior, pero no su artillería. Por su parte Cánovas tenía la postura del “planteamiento de cuestiones de fuerza, o más propiamente hablando, que no esperan su solución sino de la fuerza”. Los más débiles debieron ceder ante los más fuertes.
Puerto Rico no planteaba serios problemas, puesto que había conseguido su autonomía, la esclavitud había sido abolida y la economía estaba dirigida a través de una élite poderosa que controlaba los movimientos de base popular.
La insurrección cubana se dio a lo largo del año 1895 como consecuencia del relevo en el partido en el poder. Sagasta fue sustituido por Cánovas, que envió a Martínez Campos esperando repetir la pacificación de años anteriores. A lo largo del año 1895 la sublevación se inició con el grito de Baire y se había impuesto en gran parte de la isla, especialmente en el oriente. Sus métodos era la guerrilla con amplio apoyo en la población rural. Sus dirigentes fueron José Martí y después Máximo Gómez, que junto con Antonio Maceo comenzó la insurrección en la parte oriental de la isla. Se pasó a mayor dureza. Se envió al general Weyler de gran dureza en la lucha antiguerrillera. Los procedimientos utilizados consistieron en concentrar la población agrícola, aislando a la población rural de la guerrilla independentista y acotando el territorio insurrecto mediante barreras o “trochas”, con indudable brutalidad. Además hay que contar con la fiebre amarilla, el tifus y la malaria.
Cánovas trata de introducir reformas autonómicas, que no satisfacen a sectores de su propio partido (Romero Robledo) ni a los estadounidenses. En mayo de 1897 EEUU reconoció la beligerancia cubana, es lícito ayudar a los insurgentes. El asesinato de Cánovas (1897) cambió la situación. La mitad de la isla estaba pacificada por la dura táctica de Weyler. Fracasada la política de reconciliación de Martínez Campos, Cánovas le eligió para someter la insurrección (1896). Empleó una táctica de guerra total: organizó campos de concentración para los campesinos, destruyó los edificios que pudieran servir de refugio a los sublevados, prohibió la zafra, etc. Los norteamericanos le dieron entonces los calificativos de "carnicero" y "tigre de Manigua". Sobre el general Weyler se tejió una leyenda negra que ha llegado a nuestros días.Sus procedimientos guerreros, concentración de poblaciones en lugares determinados, las trochas y otras innovaciones , las llevaron exactamente igual a cabo los norteamericanos en su guerra de Secesión, en la I Guerra Mundial, en Corea y en Vietnam. Entre 1896 y 1897 cayó sobre Weyler la primera campaña periodística de la historia; una obra maestra de William Hearst, el inventor de la prensa amarilla y de la calumnia rentable

Pero había de venir la acción política. Weyler fue sustituido por el general Blanco que recibió instrucciones de limitarse a combatir sólo en las zonas controladas por el ejército español. En noviembre se concedió una amplia amnistía, el sufragio universal, la igualdad de derechos entre insulares y peninsulares y la autonomía arancelaria, pero la política de Moret llegaba tarde.

Coincidiendo con la insurrección cubana, se produjo también en Filipinas. La presencia española era más débil, especialmente misioneros y exportación de tabaco y utilización como punto comercial con China. Un papel fundamental lo tuvo una asociación secreta, el Katipunan (Reunión), fundado por Andrés Bonifacio con fines políticos (independencia de Filipinas) y cívicos (ayuda mutua) pero cuya figura más importante es José Rizal . El movimiento fue duramente reprimido y José Rizal acabó siendo ejecutado. El pacto de Biacnabató acabó con la insurrección. Fue la intervención estadounidense la que provocó el alzamiento definitivo de los filipinos.
La insurrección:
Un levantamiento como el que estalló allí, en agosto de 1896, sólo es atribuido a diferentes causas, y se puede considerar dentro del modelo típico de insurrección colonial. El sentimiento separatista venía gestándose desde tiempos atrás, fundamentalmente, por la deficiente administración colonial española, agudizada por la inestabilidad política de la España isabelina, y el apoyo norteamericano a dichos movimientos separatistas, encabezado por el rebelde Datto Utto. Estas rebeldías fueron resueltas en principio por el entonces Capitán General de Filipinas en 1886, el sevillano, General Terrero Perinat, pero no pudo evitar que algunas sociedades secretas se encargaran de canalizar el descontento hacia acciones revolucionarias. El ejército en Filipinas estaba compuesto en su mayoría por indígenas, excepto los mandos. Cuando comienzan las deserciones, aquel ejército ve sus filas reducidas, y al adversario más fuerte y peligroso. A partir de 1890, el nacionalismo filipino fue tomando gran auge. Los más radicales, encabezados por Andrés Bonifacio, fundan Katipunan, que significaba en español "Suprema y Venerable Asociación de los Hijos del Pueblo", y lo constituían una sociedad eminentemente revolucionaria, adaptada al ideario indígena, cuya finalidad era luchar con métodos violentos contra el régimen español. La influencia del Katipunan, fue decisiva en la sublevación tagala. La revolución da comienzo en agosto de 1896. Era a la sazón Capitán General de las islas D. Ramón Blanco, Marqués de Peña Plata.
Ante esta situación, el Gobierno de Madrid sustituye al mando de Filipinas y lo entrega al General D. Camilo Polavieja, que toma posesión el día 13 de diciembre de 1896. Los éxitos y los fracasos cambian de mano continuamente aunque los españoles llevan la iniciativa. Con la toma de Noveleta queda toda la costa y caminos, desde Manila a Cavite, en poder de los españoles. Polavieja, que tiene rodeados a los rebeldes en los pueblos altos de Cavite, pide refuerzos a Madrid. Ante la negativa de Cánovas, que no lo considera necesario, el general presenta la dimisión alegando problemas de salud. Le sustituye el General D. Fernando Primo de Rivera, que toma el mando en abril de 1897. Nombrado por un gobierno que le había negado los refuerzos a Polavieja, tuvo que buscar nuevas fórmulas que no necesitaran refuerzos de la Península. A los pocos días de su llegada, Primo de Rivera tras conquistar algunos pueblos de la provincia de Cavite, comienza a aplicar lo que sería llamado "Política de atracción". Tras el asesinato de Cánovas en agosto de este año, el gobierno de Sagasta confirma a Primo de Rivera en el cargo. Por fin, a través de una serie de negociaciones, se llega al convenio conocido como la "Paz de Biacnabato", en diciembre de 1897, que obligó a exiliarse al general filipino Emilio Aguinaldo en la colonia inglesa de Hong-Kong. (Enrique de La Vega) En abril de 1898 Basilio Augustín pasó a desempeñar el cargo de capitán general.
Cavite (01/05/1898):
Ciudad amurallada situada en la bahía de Manila. Su puerto construido en un istmo estrecho que se extiende hacia el este y se adentra en la bahía, tiene excelentes condiciones de abrigo. Hay restos de fortificaciones de la época colonial española y una antigua base naval de EE.UU. Sirvió como base naval bajo en gobierno de los españoles y posteriormente se convirtió en la base más importante de la flota de EE.UU. 
Desde principios de 1898, EE.UU. había situado en Hong Kong a la poderosa escuadra de Asia (formada por siete acorazados y otros buques auxiliares), al mando del comodoro George Dewey, con instrucciones precisas de estar preparado para entrar en combate. El 24 de abril, Dewey recibió la orden de atacar las posiciones españolas y el 27 puso rumbo a Manila. Tres días después entró en su bahía .
Poco antes del mediodía habían destruido los barcos que todavía se mantenían a flote y bombardeado el arsenal de Cavite. Media hora más tarde, el comandante general del puesto, Enrique Sostoa, enseñó bandera blanca. Del lado español, se registraron 161 muertos y 281 heridos, algunos de ellos filipinos que combatían bajo bandera española; en tanto que del estadounidense, sólo hubo una víctima mortal además de varios marineros heridos. Dewey tomó Cavite y se mantuvo en esa posición hasta la toma de Manila el 13 de agosto. Esta primera gran derrota desató en España una crisis que tuvo enormes repercusiones, forzó una remodelación del gobierno de Sagasta y marcó la tónica de una guerra que culminó, después de que el 3 de julio se produjera el hundimiento de la escuadra de Cervera en Santiago de Cuba.


La situación cambió en el año de 1898. La voladura del “Maine” fue atribuida a los españoles sin pruebas y aceleró la guerra. EEUU hizo una propuesta de compra de la isla por 300 millones de dólares. El 18 de abril las dos cámaras del legislativo aprobaron una resolución, un ultimátum a España. Cuba debía ser independiente, debía retirarse de la isla y se autorizaba al presidente de los EEUU. Mac Kinley para que movilizara los mecanismos militares para conseguir estos objetivos. En el documento se hace referencia a “las horribles condiciones que [existían] en Cuba [desde hacía] tres años, es decir, desde que en febrero de 1895 estallara la segunda guerra de la independencia cubana. Argumentan que es un deber como potencia mundial, en cuanto modelo de libertad y democracia, por la proximidad geográfica a la isla y, sobre todo, por la “destrucción de un acorazado” que estaba “de visita”. La noticia de esta decisión produjo en España manifestaciones patrióticas. La guerra era inevitable.


La Guerra Hispano Norteamericana, una guerra de papel.
Fue en los años anteriores a la Revolución Francesa cuando a la prensa se le comenzó a conocer como el Cuarto Poder, pues ya se pudo vislumbrar su enorme capacidad de influencia. Y no sólo por reflejar y extender la opinión pública, sino porque la prensa es capaz de crear esa opinión pública a su  antojo.  Uno  de  los  casos  más  vergonzosos  de  la  capacidad  que  tienen  los  medios  de comunicación para influir  en los acontecimientos,  se dio en 1898,  cuando en medio de la tensa relación que existía entre España y Estados Unidos por  el  tema de las  colonias,  los periódicos comenzaron  una  campaña  anti-española  tan  abrumadora,  que  hicieron  que  los  hechos  se precipitaran comenzando así la guerra Hispano-Estadounidense. Y todo, según cuentan, con el fin de vender más periódicos.
En 1898,  las  relaciones  diplomáticas  entre  España  y Estados  Unidos  atravesaban por  su peor momento.  Estados  Unidos  (potencia en auge)  disputaba a España (potencia en caída libre)  las últimas colonias que esta poseía: Cuba, Puerto Rico y Filipinas.Los periódicos americanos de la época se frotaban las manos, pues se respiraba cierto tufillo bélicoy la guerra, ya se sabe, es algo que siempre vende.Mandaron a las islas a sus mejores corresponsales con la orden de que contaran las atrocidades que allí cometían los españoles. El problema es que la situación en Cuba era casi normal y salvo algún “aburrido” enfrentamiento entre rebeldes y españoles no había gran cosa que contar. Incluso uno de los corresponsales, que además era dibujante, mandó un telegrama a su jefe que decía:
“Todo está en calma. No habrá guerra. Quiero volver”
La respuesta de su jefe fue la siguiente:
“… Usted suministre las ilustraciones que yo suministraré la guerra.”
El jefe en cuestión era  William Randolph Hearst,  considerado el creador de la prensa amarilla y fundador de la Hearst Corporation, uno de los más poderosos grupos de comunicación del mundo en la actualidad. Para entender un poco más la forma de ser de este “angelito”, basta conocer su lema preferido: “I make news” (Yo hago las noticias).
NOTA: Ciudadano Kane, la película de Orson Wells, está basada en la vida de Hearst, quien intentó por todos los medios que la película no se estrenase.El asunto continuó así un tiempo y las relaciones entre los dos países, aunque malas, estaban en situación de punto muerto. Pero la fortuna se alía con los malvados y una carta personal, de puño y letra del embajador español en Estados Unidos, se filtra a la prensa americana. En ella, además de algunas  opiniones  personales  sobre  la  política  norteamericana,  el  embajador  le  dedica  algunas lindezas al presidente americano, William McKenley, tales como: débil, populachero y politicastro.
La carta sale publicada en primera plana del  New York Journal. Los titulares no son precisamente conciliadores. De nuevo, otro grave suceso añade mucha más tensión. El acorazado estadounidense Maine explota en el puerto de La Habana (Cuba) y mueren 258 marineros estadounidenses. Antes de que nadie se pronunciara sobre lo ocurrido, la prensa americana se apresuró a apuntar a España como culpable.

Finalmente, el presidente americano Mckinley, muy presionado por la opinión pública de su país, inicia la confrontación. El 25 de Abril de 1898 ambos países se declaran oficialmente la guerra. La contienda duró cuatro meses, murieron más de 11.000 soldados y otros tantos resultaron heridos. Pero eso sí, creo que las rotativas no daban abasto







El acorazado Maine entrando en la bahía de La Habana.


El “Maine” en realidad estaba en la isla llamado por el cónsul norteamericano para proteger a los ciudadanos norteamericanos residentes en la isla y su hundimiento no se pudo justificar, ni por los americanos ni por los españoles. Sin embargo, fueron los grandes magnates de la prensa norteamericana (Pulitzer y William Randolph Hearst) los que soliviantaron la indignación estadounidense: “Recordad al Maine, al infieno con España”.
Mapa de la campaña militar de Santiago de Cuba.

EE.UU. recauda impuestos para la guerra contra España



Que EEUU ponía como excusa la pacificación de la isla par intervenir era evidente, y el gobierno español estaba firme en evitar el conflicto y decretó un alto el fuego.. Había también en EEUU partidarios de la no intervención. Pero no era sólo solidaridad con los Cubanos, puestos que éstos no les reconocía la independencia a Cuba, sino sólo el “derecho a ser libres e independientes” y sólo exigían a España que abandonasen la isla no que les dieran el estatus de nación. De todas formas los EEUU se comprometieron a renunciar a la isla apartado cuarto). El senador Teller fue el responsable de esta apartado ¿fue sinceramente humanitario? Hay quien opina que estaba defendiendo a su estado de Colorado, productor de remolacha azucarera frente al azúcar de caña cubano. De todas formas los cubanos agradecieron la intervención americana, que ya les había enviado armas y municiones, a pesar de estar prohibido.
Teatro de operaciones en el pacífico


La guerra comenzó a tener su desenlace en Filipinas, donde la situación parecía estar dominada por los españoles. La intervención directa de los estadounidenses decidida a expandirse (Hawaii...) aplastó la flota española en Cavite. En España, al recibirse la noticia se produjeran protestas sociales de escaso alcance político.

En cuanto a Cuba, las autoridades españolas decidieron enviar la flota del almirante Cervera, que llegó en mayo y se vio bloqueada en la ciudad de Santiago. La presión de la opinión pública y la actitud del gobierno acabaron por provocar la salida de la flota y su hundimiento a comienzos de julio. Poco después se produjo la rendición de Santiago y, en el mes de agosto, se firmó el protocolo de Washington, equivalente a un armisticio.

Por el tratado de París (diciembre 1898) España cedió Filipinas, Puerto Rico y Guam a EEUU y concedió independencia a Cuba. En Filipinas hubo una duradera guerra de guerrillas en contra de los estadounidenses, que tuvieron que mantener todo un ejército de ocupación. Cuba tuvo una independencia nominal respecto de EEUU.

El Tratado de París no significaba la completa desaparición de todo el antiguo imperio español, pero se produjo rápidamente. España vendió a Alemania los archipiélagos de las Marianas, Carolinas y Palaos (1899). España carecía de capacidad para ejercer como potencia colonial y debió someterse a las más fuertes, que practicaron una redistribución colonial. España quedó reducida a la condición de pequeña potencia europea cuyas posibilidades colonizadoras se limitaban a Africa (Marruecos, Ifni, Guinea, Fernando Poo) y cuyo interés estratégico era controlar el Estrecho


III. CONSECUENCIAS DEL 98.

a) Consecuencias políticas

No hubo reacciones generales al desastre. Para la clase política lo esencial fue conseguir la estabilidad del sistema político. Hubo un sector del partido conservador (Romero Robledo) que por sus intereses económico (tierras, transporte marítimo) fue partidario del mantenimiento del sistema colonial. Pero no hubo demasiados casos de oposición a la guerra. Ni carlistas ni republicanos, que eran partidarios de una colonización ilustrada, pero que estuvieron una demagogia patriótica ante el desastre. No hubo grandes cambios institucionales ni crisis de Estado. Se utilizó la retórica de la “regeneración”, pero no se vieron cambios políticos.

Los intereses económicos de la guerra dependieron de la relación con Cuba. Los medios industriales catalanes fueron los que más insistieron en la colonia (les vendían tejidos), mientras que los agricultores castellanos y mineros vascos fueron más reformistas. La Iglesia estuvo interesada en Filipinas. Los sectores populares y obreros no tuvieron un enfrentamiento fuerte (no existió un gran número de desertores). Los más en contra fueron los del PSOE. Los anarquistas fueron contradictorios. Los federales aceptaban a Cuba como un Estado más federado. Los nacionalistas vascos estaban en contra, y los catalanes eran más moderados.

El mayor impacto lo tuvo en la política oficial de los partidos. Silvela sólo duró en el gobierno año y medio: desde el momento de la derrota y la firma del tratado de paz hasta los primeros meses de 1901. Silvela representaba en el partido conservador lo contrario que Romero Robledo, una voluntad de transformación y moralización de la vida política, que llegará a tener la expresión del Regeneracionismo. Denunciar esa “España sin pulso”. Su corto gobierno mostró cierta voluntad de renovación, dando entradas a figuras nuevas en la política como el general Polavieja (de carácter regeneracionista) o el regionalista conservador Durán y Bas. Se inició una política reformista, de descentralización y una política presupuestaria que quería eliminar el déficit de la guerra a base de subir los impuestos. Esto hizo aumentar las críticas y las huelgas, que llevaron a paralizar las reformas.

b) El regeneracionismo.

La derrota del 98 sumió a la sociedad en un estado de desencanto y frustración, que se correspondía con la tétrica imagen ante el exterior. La crisis colonial favoreció la aparición de movimientos que criticaron el sistema de la Restauración, y que coincidían con un ambiente cultural internacional de crisis ideológica[1]. Tras el 98 surgieron una serie de movimientos regeneracionistas, que contaron con cierto respaldo de las clases medias.

El caso más paradigmático, junto a personajes como Macías Picavea, es el de Joaquín Costa, que denunciaba en “Oligarquía y caciquismo”, la corrupción del sistema de la Restauración. Propugnaba modernizar el país (plan hidrográfico de pantanos y regadíos) y solucionar los problemas de analfabetismo y miseria (“escuela y despensa”), con una reforma agraria (Liga Nacional de Productores) olvidando el pasado (“echar siete llaves al sepulcro del Cid”). Otras figuras del regeneracionismo fue Francisco Silvela, el nuevo líder del partido conservador y su famoso artículo de “España sin pulso”. Este regeneracionismo llegaba a propugnar la llegada de un “cirujano con mano de hierro” que cortara por lo sano la clase política corrupta.

El desastre de Cuba dio cohesión a la llamada Generación del 98, donde se unen escritores de muy diversa procedencia y estilos, pero con el nexo común de un desencanto ante la vida española (ejemplos del primer modernismo de Machado, Vale Inclán o Juan Ramón Jiménez, de los análisis trágicos de Unamuno o del huraño Pío Baroja). El pesimismo y la angustia sobre la identidad ¿qué es España? La solución es Castilla.

La figura de Ortega y Gasset es también fundamental en este ambiente de pesimismo, su análisis del vitalismo historicista (“yo soy yo y mi circunstancia”) lleva a una preocupación ante la “España invertebrada” (por los nacionalismos periféricos) y la “rebelión de las masas”. La filosofía de Ortega llega a plantear un cierto elitismo de personas que encuentren su vocación de líderes culturales y políticos.

Finalmente, la derrota militar supuso un cambio en la mentalidad de los militares, que fueron pasando hacia posturas más autoritarias como reacción del antimilitarismo que siguió al “desastre”. Convencidos de que la derrota había sido causada por la injerencia de los políticos y del parlamentarismo

III. Situación internacional (optativo)
Por lo que respecta a los EEUU, no se anexionó Cuba, que estaba arruinada y devastada, sino que la convirtió en su protectorado, ocupándola militarmente entre 1899 y 1902, bajo el pretexto de proporcionar las condiciones necesarias para su andadura política en solitario. En 1901 la Enmienda Platt, autorizaba a intervenir en la isla para defenderla cuando se estimase necesario. Estuvo vigente hasta 1934. Cuba alcanzó su independencia política en 1902 y Tomás Estrada Palma se convertiría en el primer presidente de la República de Cuba, aunque siempre intervenida por Estados Unidos hasta que la Revolución Castrista la volcó hacia el bloque soviético.

La historia en el presente: por qué EE.UU.  tiene una cárcel en Guantánamo.
Fue una guerra imperialista, provocada por los Estados Unidos, en la que España perdió Cuba sin que los cubanos la ganasen.

[1] Son los tiempos de Marx, Nietzsche y Freud, los maestros de la sospecha. Los modos de producción son ocultados por la ideología, mentira y verdad son sólo reflejos de la voluntad de poder y en realidad es el inconsciente quien nos gobierna.

No hay comentarios:

Publicar un comentario